08 junio, 2009

SER ARQUITECTO EN EL PERÚ


Arquitecta Gabriela Barquero

Nuestra generación ha sido testigo de la progresión geométrica de nuevas facultades de arquitectura a nivel nacional y en consecuencia de egresados que se colegian hoy a un ritmo vertiginoso. Cuando nos graduamos, hace 20 anos, se tenían 2 ceremonias de nuevos arquitectos colegiados cada año donde se colegiaba un puñado de profesionales que en su mayoría se conocía. Desde hace varios años se tiene 4 ceremonias de ingreso al año con 120 nuevos colegiados en cada una. Esto podría ser desalentador.

Cuando el arquitecto ocupaba un espacio casi de elite donde los clientes pertenecían a los niveles socioeconómicos altos, no se tenía en mente la necesidad de contratar un arquitecto en los niveles medio y bajo. Por lo tanto todos los arquitectos recién graduados apuntábamos a ser proyectistas, competir para diseñar para obras nuevas era casi la única posibilidad de ejercer como arquitectos.

Desde hace solo unos años vivimos un gran cambio favorable, donde ser arquitecto en el Perú se ha convertido en una aventura donde el horizonte es cada vez más amplio.
Supongo que se sumaron muchas cosas a la vez: la presión de los egresados buscando espacios de trabajo, la exigencia del cliente cada vez mayor de calidad de diseño y de optimizar los espacios, la competencia de los espacios comerciales por brindar calidad a sus clientes. Aun el nuevo auge de la gastronomía empuja para que se busque personalizar la oferta dándole identidad propia desde la propuesta misma del local comercial.

También se tiene un mayor acceso a información, cable, internet, etc. que han “pulido” la sensibilidad del cliente y ahora se ha convertido en mucho más exigente para sí mismo y para su actividad de trabajo. Nuestros clientes potenciales ya están informados en su mayoría sobre nuevas tendencias arquitectónicas, materiales disponibles en nuestro mercado y de alternativas de diseño.

En consecuencia los arquitectos nos hemos especializado en campos nuevos que combinamos según nuestra propia capacidad e intereses encontramos arquitectos: proyectistas, de diseño interior, especialistas en iluminación, diseñadores de muebles, constructores, promotores, supervisores de obra, Especialistas en seguridad, en coberturas tensionadas, en arquitectura comercial, en remodelaciones, en espacios infantiles, Así como también tasadores, peritos judiciales, especialistas en gestión, catedráticos, funcionarios estatales y un largo, largo etc. que nos da la posibilidad de vivir nuestra profesión con mucha expectativa.
Ser arquitecto ahora es un reto mayor; es necesario estar informado, conocer el mercado, buscar al cliente para ofrecer algo distinto, renovarse constantemente para no quedar en el camino. Pero ese reto renueva el interés sobre nuestro trabajo y esfuerzo, nos da bríos para abrir puertas nuevas, nos hace competitivos.

Consideremos además que en Lima se concentra el 60 % de arquitectos, por lo tanto en provincias hay mercados nuevos donde todo está por hacerse. En provincias se vive el mismo interés por el diseño y generalmente no cuentan con suficientes arquitectos en las ciudades grandes. Moverse hacia provincias será siempre una buena alternativa.
El auge constructor y la demanda de calidad nos da la oportunidad de redescubrir nuestras habilidades y expectativas como arquitectos. Profesionalmente nuestra meta debiera ser acceder a lo mejor que podamos ofrecer.

De muchos modos se ha conseguido, con la exigencia, que el mercado entienda que el arquitecto esta preparado para resolver en diseño y también técnicamente. Uno de los retos en este camino es cuidar la imagen de nuestra profesión, hacer la diferencia en calidad y responsabilidad, ganar el respeto de quien nos encarga un trabajo.

Hace unos años cuando en el Colegio de Arquitectos dábamos la bienvenida a los grupos de recién colegiados les hablábamos de ética y de la necesidad de recuperar valores, la arquitecta Maria Julia Dede los retaba diciéndoles, “ ….ya son arquitectos ahora fijemos nuestra meta en ser SEÑORES Arquitectos”.

1 comentario:

yisus dijo...

un arquitecto perito colegiado tiene una gran responsabilidad no solo en asuntos judiciales esta es una carrera que puede servir para muchas cosas y muy importante tener una creatividad para realizar los estudios