17 febrero, 2010

ARQUITECTA EDDA CHIRINOS GRATTA

Por la Arta. Gabriela Barquero

Siempre es difícil escribir sobre alguien a quien admiramos especialmente y sabemos que ya no estará más con nosotros.


Sobre Edda además hay tanto que decir que tendré que comenzar por el principio para ordenarme. Profesionalmente destacó y fue pionera en su género y época; con un prestigio ya ganado en el Perú también trabajo fuera con muchas satisfacciones. Sin embargo hoy quisiera referirme a su aspecto humano, que es lo que a mi parecer la hacía tan especial y enmarcaba su accionar.

Cuando la conocí, ella haciendo labor institucional y yo como otros arquitectos jóvenes participando de alguna actividad del CAP, tuve la primera impresión de una persona de mucho carácter, muy fuerte y enérgica, combinación explosiva en una mujer de su generación.

Cuando integramos ambas la directiva del CAP tuve la oportunidad de trabajar directamente con ella, en la misma área, Edda en Nacional yo en Regional. Entonces realmente conocí de cerca su calidad de persona, la integridad que la caracterizó por encima de todo y pude admirar lo consecuente que era para todos sus actos y para quienes la conocimos fue su rasgo más marcado.

Peligroso llamar su atención en algo que pudiera ser cuestionable éticamente, Edda era implacable cuando se trataba de valores y principios; pero tenia a su vez un lado muy humano que se conmovía ante injusticias, que te contagiaba además por la firmeza con que se involucraba en los temas mas diversos.

Edda tenía convicciones muy fuertes, institucionalista, luchadora, valiente; aun con la lucha perdida no dejaba de sostener ante quien sea necesario su verdad. Dedicó al CAP muchísimo de su tiempo en todas las épocas y situaciones, ya muy enferma y durante muchos años continuó apoyando al CAP.


Qué suerte tuvimos de compartir con Edda, de conocerla y aprender de ella el significado de integridad y consecuencia personal. No se si supe manifestarle lo mucho que la admiraba y cuanto aprendí de ella, a través de estas líneas quisiera hacerlo.

Muchas gracias por haber sido como eras, Edda, has sido una MUJER con mayúsculas; un extraordinario ejemplo profesional y de cariño al CAP.

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